Consigna: Relatar el
recuerdo personal de una escena de lectura significativa en tu historia de vida.
(Esto es: una lectura que haya sido muy importante en tu vida).
Trabajo N° 3
Ayer, después de un día lleno de festejos con gente querida, a eso de las seis de la mañana volvía a mi casa acompañado de dos amigos. El diálogo era casi
nulo, seguramente a causa del sueño y el frío que empiezaba a asomar en las
noches porteñas, poco a poco.
Luego de algunas calles pateadas nos topamos con un local que todavía
congregaba a algunas personas.
-¿Che, y si entramos? Dijo uno de mis acompañantes. Yo no estaba
convencido de hacerlo (probablemente porque pensaba que la noche ya había dado
lo que tenía para dar), pero las insistencias me forzaron a hacerlo.
El barcito era muy lindo: barrial, con una simpleza que encantaba.
Seguramente, la etiqueta social que mejor le sentaba era la de la bohemia. Tenía
una escalera que te llevaba hacia una terraza, con una vista un poco más
generosa de la calle Aranguren.
Mis amigos subieron casi instantáneamente a conocerla, pero yo -con un
paso menos acelerado- me topé con una sorpresa. Había un entrepiso, cuya
función era la de ser una suerte de descanso antes de subir por completo. Ahí
estaba él.
En un comienzo pasó por inadvertido; simulaba ser un simpático cuadro,
estéticamente hablando. ¡Pero la frase! La frase me obligó a detenerme para
apreciarla de cerca y dedicarle de lleno toda mi atención y mi tiempo:
"Y debo decir que confío plenamente en la casualidad de haberte conocido. Que nunca intentaré olvidarte, y que si lo hiciera, no lo conseguiría. Que me encanta mirarte y que te hago míA con solo verte de lejos. Que adoro tus lunares y tu pecho me parece el paraíso. Que no fuiste el amor de mi vida, ni de mis días, ni de mi momento. Pero que te quise, y que te quiero, aunque estemos destinados a no ser."
Una verdadera poesía al desamor, fue lo primero que pensé. Este
exquisito fragmento de Rayuela
apareció aquella noche ante mí para actuar a modo de catarsis, dado el momento
emocional que transitaba; poco tiempo atrás había sufrido un desencuentro
amoroso - con quien es y fue- la persona
más importante de mi vida.
Por eso, cada
vez que releo este pequeño fragmento, se me pianta un lagrimón y recuerdo
infinidad de momentos; la recuerdo.
Es fuerte lo que decís. Emociona, y que emocione es un logro narrativo tuyo. Y mas me emocina que lo recuerdes así. Sos un hombre con todas las letras.
ResponderEliminarAbrazo amigo!
Buen texto que logra transmitir emoción.
ResponderEliminar