miércoles, 17 de septiembre de 2014

Narración: La historia escondida (sobre La señora del perrito, de A. Chejov)

Consigna: Escribir un relato que expanda alguna de las historias escondidas de La señora del perrito de A.Chejov. Para cualquier opción antes de escribir tenga en cuenta: A)quien relata; B)desde el punto de vista de quién se relata principalmente; C)qué datos incluir en la historia para que el lector la entienda sin que tenga que leer el cuento de Chejov; D)qué estrategias del narrador justificarían el hecho de contar las historias escondidas    
Narración: La historia escondida
 Con cada viaje de su esposa, las sospechas se hacían cada vez más fuertes.  Las últimas palabras que le había pronunciado antes de partir daban vueltas en la cabeza de Marcus Von Diretis, su esposo. “Cariño, debo volver a viajar. Hace un tiempo había escuchado que la psicología ha avanzado a pasos agigantados en la capital, eso fue lo que me había motivado a ir la primera vez. Y de veras lo comprobé: conocí a un prestigioso psiquiatra llamado Rasputín, un muy buen profesional que me ha recetado una medicina que me está ayudando mucho. Debo pues él me ayuda a conseguirla”.   
Ciertamente, Marcus sabía que en la capital las cosas estaban más adelantadas en varios aspectos, y esto incluía a la medicina. Cuando se esposa regresaba de cada viaje la veía mejor y hasta feliz.  La supuesta mejoría de su esposa lo dejaba tranquilo ya que sabía que la depresión no era algo de fácil solución. Estaba conforme con el trabajo de Rasputín.
Pero el rumor que había percibido aquel día que la Geisha se presentó por primera vez en San Petersburgo aún lo atormentaba.  Siempre supo que los rumores de los chismosos solo eran eso, rumores que en este caso querían difamar a un hombre de tan buena posición y prestigio. Se decía que Ana había sido vista con un extraño en el anfiteatro el día del espectáculo hablando muy cerca. Mientras dialogaba con ese hombre, mayor que ella, parecía muy nerviosa y por eso miraba frecuentemente a su alrededor. Lo que no había notado es que dos fumadores aburridos estaban contemplando la escena desde el piso de arriba. Con extrañeza vieron que Ana estrechó la mano de su acompañante y desapareció rápidamente del lugar. Al regresar a sus asientos, estos dos la vieron sentada al lado de su patilludo y encorvado marido mientras miraba la exhibición.  Producto de esta particular escena, se dijeron muchas cosas, entre ellas, que Ana tenía un amante.  De igual manera, Marcus hizo oídos sordos hasta un día.
Era sábado y había tenido una semana muy dura. Cuando Marcus se levantó hizo lo habitual: desayunó, leyó el diario y montó un rato uno de sus caballos en los extensos prados que rodeaban  su hogar.  Pero estaba aburrido, se sentía solo. Casi sin pensarlo, sacó un boleto de tren que partía esa misma tarde.
“Es la primera vez que vengo a esta ciudad. ¿Sabe dónde puedo encontrar un hotel para pasar la noche?” fue lo primero que dijo cuando puso un pie en Moscú. Recibió indicaciones para llegar al Bazar Eslavo hotel, que era el más lujoso de la ciudad. Mientras se dirigía allí, pensaba como encontraría a su esposa, dado que nunca le había mencionado donde se hospedaba cuando viajaba a esta ciudad. 

Curiosa casualidad: en el momento que llegó al hotel, vio salir a su esposa del brazo de un hombre. 

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